En Buenos Aires, Argentina, una manifestación, un movimiento, activismo que engloba la denuncia para prevenir diferentes maneras de discriminación y de violencia contra las mujeres, convocada por Agitaciones Contra el Acoso Callejero. Una manifestación que llamaron “tetazo” se llevó a cabo recién frente al Obelisco en el centro porteño, en el Patio Olmos de la ciudad de Córdoba, en el Monumento a la Bandera en Rosario y en la Playa Unzué de Mar del Plata, en reclamo de “la soberanía de los cuerpos” en Argentina.
Cientos de mujeres se reunieron (y hombres) con distintas consignas en carteles a favor de la “soberanía de los cuerpos” y de la libertad de la mujer, porque se afecta un derecho fundamental como lo es la libertad de expresión.
La manifestación fue convocada tras el operativo policiaco que impidió que tres mujeres hicieran topless en Necochea, el pasado 28 de enero: surge a raíz de la expulsión, hace dos semanas, de tres mujeres que tomaban el sol sin la parte de arriba de su traje de baño en la playa de Necochea, perteneciente a la provincia de Buenos Aires, cuando la policía local llegó y les pidió que se taparan por petición de algunos presentes. Las mujeres se retiraron de la playa pero varios videos grabados por testigos se hicieron virales y encendieron el debate sobre la pertinencia de la prohibición de esta práctica en Argentina y sobre la magnitud de la actuación de la policía, que llegó a movilizar a una veintena de agentes por este episodio.
La convocatoria a la marcha, a la que la que muchas mujeres concurrieron con o sin corpiño, fue organizada por distintas entidades y difundida ampliamente por las redes sociales y los medios de comunicación y se volvió viral. La consigna central de las organizadoras fue que quienes quisieran, asistieran sin playera, top o corpiño, con la idea de reclamar el cese cualquier tipo de prohibición sobre el cuerpo femenino.
“Hay muchísimos más hombres que mujeres y eso nos da la razón de por qué visibilizamos eso. La mirada que tiene el hombre acerca de nosotras es para el consumo de su visión”, argumentó a Efe Lola Cofredes, de la organización Nosotras Humanistas.
Entre los cánticos a favor de la libertad de la mujer de mostrar su cuerpo en espacios públicos, alzaban pancartas en las que se podían leer:
“No vinimos a mostrar las tetas, vinimos a mostrar que somos libres” o “Soberanía sobre nuestro cuerpo” y “Abajo la represión y el negocio sobre el cuerpo de las mujeres”, entre otras: “Nuestros senos no deben ser censurados”, “Igualdad” y “La única teta que molesta es la que no se puede comprar”.
El “tetazo” se volvió una tendencia mundial en Twitter. Quienes participaron de la concentración alrededor del icónico monumento de la capital argentina aducen que no dejar a una mujer mostrar sus senos es ejercer represión y violencia sobre su cuerpo.

“Molesta la teta que asoma bajo la blusa y cae, como caen los duraznos en febrero, sobre los labios diminutos de la cría hambrienta.Molesta la cría que acaricia la teta mientras posa los ojos nuevos en el rostro piadoso de la hembra que amamanta en el parque, en el colectivo, en el cantero.Molesta el pezón, redondo y rosado, arrugado, rebosante de leche, besado y mordido. Incomoda la teta cuando es fruta y no morbo, cuando el acto es íntimo a pesar de ser público y ningún otro que no sea hembra o cría comprende.La teta apropiada es la teta que vende lencería, celulares, autos, pero nunca la que da de comer.Qué sabe la cría de momentos adecuados para llorar de hambre.Qué sabe la cría del furioso marketing que condenó a la teta a ser pública para vender, pero nunca para amar.”