La fiebre es un mecanismo que nos indica que nuestro sistema inmunológico se está defendiendo de algún patógeno, por lo cual nos da fiebre cuando tenemos una infección o hemos sido contagiados por un patógeno.
Si notas que la temperatura de tu hijo es más alta que la que acostumbra y es evidente que algo le molesta, o bien si ya puede comunicarse por el mismo expresa sentir algún tipo de dolor -huesos, cabeza u ojos- tienes que tomar su temperatura, hay muchos instrumentos que nos ayudan a esto, los hay desde digitales, de contacto o el legendario termómetro.
Una vez confirmada la temperatura es importante hacer lo siguiente:
- Ponle algo ligero de ropa que sea de algodón, si es bebé puedes dejarlo solamente con su pañalito.
- Hay que mantenerlo en una habitación ventilada, pero cuidado que no haya corrientes o cambios de temperatura drásticos, con ventilada nos referimos a oxigenada, es decir con buena circulación de oxigeno.
- Hay que darle suficiente líquido, ya que la fiebre provoca sudoración y no tomar agua puede ocasionar deshidratación.
- Si la fiebre empeora o dura por un lapso de más de dos horas es importante llevarlo o traer a un médico para que lo revise.
Lo que ya NO se recomienda
Antiguamente se aconsejaba que se untará alcohol o bien que se pusieran paños de agua fría en la cabeza. Actualmente los médicos aconsejan evitar estos procedimientos ya que al bajar la fiebre drásticamente podemos provocar un efecto rebote.
Y recuerda que siempre debes consultar a un especialista de la salud para administrar medicamentos por ningún motivo dar nada que no haya sido previamente recetado para ese momento y para ese paciente.