Si quieres que tus niños se alimenten sanamente, lo mejor es que tú comiences por adoptar hábitos alimenticios saludables, lo cual es un método más efectivo que si los obligas a comer a la fuerza o a base de recompensas o castigos.
El estudio, que aparece en el American Journal of Clinical Nutrition, hace énfasis en que “las madres deben dejar de forzar o restringir la alimentación de sus hijos, lo ideal es proporcionar un entorno saludables y adoptar hábitos alimenticios balanceados”.
Restringir abiertamente ciertos alimentos a un niño cuando los demás lo están comiendo, logrará que desarrolle una necedad por consumirlo, por lo que tampoco es recomendable. Si es el caso, permítelo que lo coma y compénsalo con lo que coma en casa.
Regula la cantidad y calidad de sus refrigerios entre comidas, llévalo de compras y muéstrate animada y optimista al elegir los vegetales y frutas pero, sobre todo, disfruta de una alimentación saludable y balanceada: nada inspirará más a tus pequeños a comer lo que debe de comer.