Muchas veces cuando las crayolas o colores de nuestros hijos se rompen o ya son muy pequeños preferimos tirarlos y comprar unos nuevos, pensando que nuestros hijos merecen lo mejor, pero que te parece si en vez de hacer un gasto innecesario juntas todos esos sobrantes de crayolas y los reciclas para crear unas nuevas.
Es fácil, sencillo y divertido. Además tus hijos aprenderán el valor de las cosas y tendrás un momento de diversión. Busca todos los sobrantes de crayolas y sepáralos en colores, rojo, verde, amarillo, etc. También puedes hacer formas y combinaciones loquísimas utilizando diferentes colores para crear un solo crayón, todo depende de tu creatividad y trabajo en equipo con tus hijos.
Procedimiento:
PASO 1
Separar las crayolas por colores y quítales las etiquetas, después rómpelas en pequeños pedacitos.
PASO 2
Coloca los trozos de crayola en moldes resistentes al calor, preferentemente de silicona porque se desmoldan solos. Puedes encontrar moldes con miles de formas: números, letras, carritos, aviones, estrellas, etc.
PASO 3
Precalienta el horno a temperatura media-baja y coloca el molde hasta que se derritan lo pedacitos de crayón, espera unos 15 minutos y retíralo del horno, déjalo enfriar y listo.
Así de sencillo y rápido es reciclar crayolas viejas para hacer unas nuevas.
Recuerda que si realizas esta actividad con tus hijos debes de tener mucho cuidado y siempre estar supervisando a cada momento, debido a que estas en contacto con objetos calientes, además que la cera derretida pude causar quemaduras de primer grado.